Autoridades de América Latina están redoblando esfuerzos, ampliando la emergencia sanitaria para controlar el impacto de influenza aviar en América Latina que se expande con miles de aves muertas o sacrificadas, centenares de granjas en cuarentena y exportaciones canceladas, según balance preliminar.
Desde que se reportaron los primeros casos en octubre de 2022, numerosos países han detectado animales enfermos, entre ellos México, Honduras, Guatemala, Panamá, Cuba, Ecuador, Perú, Venezuela, Bolivia, Chile, Uruguay y Argentina.
Hasta ahora Brasil, Colombia, El Salvador, Nicaragua y Paraguay se encuentran en la breve lista de países sin casos informados, pero permanecen bajo alerta zoosanitaria y extrema vigilancia.
La enfermedad que llegó a la región a través de aves migratorias y se ha diseminado inexorable de norte a sur y de oeste a este ha causado mortandad de aves silvestres, pero también de lobos marinos y se esparció a aves de consumo familiar y de corral.
Según Víctor Manuel Baldovino Prina, director del centro regional sur de la provincia de Buenos Aires del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en Argentina, es la primera vez que aparecen casos de la influenza en aves de traspatio y comerciales.
Desde que reportó el primer caso en una granja a comienzos de marzo, Argentina suspendió la exportación de productos avícolas, aunque sin afectar el mercado interno, ya que la enfermedad no se transmite a humanos por consumo de carne de pollo o huevos.