Los gobiernos de España, Canadá y Estados Unidos anunciaron un plan conjunto para recibir a migrantes y refugiados que se encuentran en situación de vulnerabilidad en América Latina.
El plan consiste en establecer centros de procesamiento en varios países de la región, donde se evaluará la elegibilidad de los solicitantes y se les ofrecerá asistencia humanitaria.
El objetivo es aliviar la presión migratoria que enfrentan países como Colombia, Panamá, México y Guatemala, que han recibido a cientos de miles de personas que huyen de la crisis política y económica de Venezuela, así como de la violencia y la pobreza en Centroamérica.
Los centros de procesamiento estarán ubicados en puntos estratégicos de la ruta migratoria hacia Estados Unidos, el principal destino de los migrantes. Allí se les brindará información sobre las opciones legales para solicitar asilo o refugio en alguno de los tres países receptores, o para retornar voluntariamente a sus países de origen. También se les dará acceso a servicios básicos como salud, educación y alimentación.
Los gobiernos de España, Canadá y Estados Unidos se comprometieron a aportar recursos financieros y técnicos para el funcionamiento de los centros, así como para facilitar el traslado y la integración de los migrantes seleccionados. Asimismo, expresaron su solidaridad con los países anfitriones y con los migrantes que buscan una vida mejor.
El plan fue presentado como una iniciativa humanitaria y solidaria, que busca proteger los derechos humanos de los migrantes y ofrecerles una solución duradera. Sin embargo, también ha generado críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, que consideran que se trata de una forma de externalizar el control fronterizo y evitar la llegada masiva de personas a Estados Unidos.