Después de intensificar las inspecciones de los buques petroleros que llegaban con crudo mal etiquetado, las autoridades chinas han decidido liberar el petróleo proveniente de Venezuela e Irán que estaba varado en los puertos de Shandong.
Según Reuters, los buques habían calificado el crudo como betún diluido o mezcla de betún, para evitar las sanciones de Estados Unidos. Esto provocó que unos 10 millones de barriles de petróleo se quedaran en los sitios de almacenamiento y que se retrasara la llegada de nuevos envíos.
La mayoría del petróleo retenido se originó en Venezuela e Irán, dos países sancionados por Washington.
Las aduanas chinas acordaron esta semana permitir el despacho normal de los envíos que cumplan con las especificaciones de la mezcla de betún, siempre y cuando las refinerías aseguren que usarán el hidrocarburo para la producción de betún, un material utilizado para la pavimentación de carreteras.
Un comerciante que participó en la reunión con las autoridades dijo que esto abrió “el camino para liberar el petróleo varado y también liberar futuros envíos”.
Otra fuente indicó que el gobierno chino estaba preocupado por la caída de los ingresos fiscales y las cifras de importación, debido a la situación económica del país.