La capital cubana acoge la cumbre del G77+China, un grupo que reúne a 134 países de Asia, África y América Latina que representan el 80% de la población mundial y que buscan modificar la arquitectura internacional que consideran hostil a su desarrollo.
La cita, que tiene como tema central «los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación», cuenta con la presencia de una treintena de jefes de Estado y de gobierno, entre ellos los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Venezuela, Nicolás Maduro; y el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
También asisten el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el miembro del comité permanente del buró político del Partido Comunista de China, Li Xi, en representación del gigante asiático que participa de forma externa en el grupo.
En la inauguración, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo un llamado a «cambiar las reglas del juego» económico internacional que favorecen al norte y perjudican al sur. Denunció que las naciones del G77+China sufren los efectos de la crisis mundial, el comercio desigual, las finanzas internacionales y el cambio climático.
Guterres coincidió con el diagnóstico y afirmó que el «mundo le ha fallado a los países en desarrollo» al dejarlos «enredados en una maraña de crisis mundiales». Abogó por un mundo «más representativo y que responda mejor a las necesidades de las economías en desarrollo».
Entre los temas que se discuten en la cumbre destacan el acceso a las vacunas contra el covid-19, la reducción de la deuda externa, la transición hacia una economía verde y la cooperación sur-sur.
Mientras que, Fernández señaló que el sur global tiene una «enorme oportunidad de exigir igualdad» al poseer recursos estratégicos como alimentos y litio. Petro propuso una «negociación universal» para aliviar la carga de los países pobres y financiar la descarbonización.
El G77+China se creó en 1964 con 77 países y se ha ampliado hasta sumar 134 miembros. Es considerado por la ONU como «la voz del sur global» y «el mayor grupo de países de la escena internacional». La cumbre de La Habana es la primera que se realiza desde 2014.