La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el viernes 17 de marzo por medio de un medio comunicado una orden de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la deportación ilegal de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.
En el mismo comunicado también emitieron una orden de captura para Maria Alekseyevna Lvova-Belova, quien es comisaria presidencial para los Derechos de la Infancia en Rusia, a quien se le acusa del mismo crimen de guerra.
“Existen motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y traslado ilegal de población de las zonas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de los niños ucranianos”, denunció la CPI.
De acuerdo a la Corte Internacional Putin sería responsable de los crímenes de guerra directamente por sus actos y, además, por su incapacidad para ejercer control apropiado sobre los subordinados civiles y militares que permitieron que se cometieran estos delitos.
“Hay motivos razonables para creer que el Sr. Putin tiene responsabilidad penal individual por los delitos antes mencionados, (i) por haber cometido los actos directamente, junto con otros y/o a través de otros (artículo 25(3)(a) del Estatuto de Roma), y (ii) por no haber ejercido un control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos”, reza parte del comunicado del tribunal con sede en La Haya.
El tribunal no explicó cómo ejecutaría las órdenes de arresto, sin embargo, la decisión fue aplaudida por el jefe de la administración presidencia ucraniana Andrii Yermak, por medio de Telegram, quien afirmó que esta medida es solo el inicio para hacer justicia.
En contraparte, el anuncio de la CPI fue rechazado por la portavoz de la diplomacia Rusia, Maria Zarajova y también por el expresidente ruso Dmitri Medvédev.
“Las decisiones de la Corte Penal Internacional son carentes de sentido para nuestro país, incluso desde un punto de vista jurídico”, fueron las palabras de Zarajova para opinar sobre las órdenes de captura.
Rusia comenzó la invasión a Ucrania en el mes de febrero de 2022, desde esa fecha la Federación rusa estaría cometiendo los crímenes de guerra que denuncia la corte internacional.