El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, será el anfitrión este martes de una cumbre que reunirá a los líderes de los países suramericanos, con la excepción de Perú, para discutir formas de fortalecer la cooperación regional en diversos ámbitos.
La cita, que se realizará casi en su totalidad a puerta cerrada, tiene como objetivo identificar “coincidencias” y “no diferencias”, y proponer “iniciativas concretas” en áreas como “infraestructura física” y “seguridad fronteriza”, según el canciller brasileño, Mauro Vieira.
El encuentro no será una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el bloque fundado en 2008 por los doce países de la región y que entró en crisis por divergencias ideológicas. Sin embargo, se espera que se analice la posibilidad de crear o reestructurar un mecanismo de integración “puramente suramericano”, que sea “permanente, inclusivo y moderno”.
A la cumbre asistirán los presidentes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela. La única ausente será la mandataria peruana, Dina Boluarte, quien delegó su representación en el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Además de la integración regional, los mandatarios abordarán temas como la lucha contra el crimen organizado, el medioambiente y el cambio climático.