La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 ya no sean administradas para la población que no sea de grupos de alto riesgo, dado el alto nivel de inmunización alcanzado por las poblaciones en numerosos países.
Según explicaron hoy en rueda de prensa dos representantes del Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS en vacunas (SAGE), la necesidad de una dosis de refuerzo, entre seis y 12 meses después de la anterior, se mantiene sólo en colectivos que incluyen personas mayores, inmunodeprimidas y trabajadores sanitarios.
Por primera vez estos expertos dividieron a la población en tres grupos de riesgo (alto, medio y bajo). La necesidad de nuevas dosis de refuerzo se mantiene sólo para el primer grupo, que comprende los tres colectivos citados.
Para las personas con riesgo medio de COVID-19 (adultos de menos de 60 años de edad y niños o adolescentes con determinados problemas de salud), SAGE recomienda únicamente una primera dosis completa de la vacuna más otra de refuerzo pasado el plazo necesario (algo que en muchos países ya se completó en 2022).

En el grupo de bajo riesgo (niños y adolescentes), SAGE reconoce los beneficios que las vacunas y dosis de refuerzo pueden tener en su prevención, aunque recomienda reconsiderar su inmunización. Por otro lado, los expertos también recomiendan una dosis anticovid de refuerzo pasados seis meses o más desde la anterior a mujeres embarazadas.
En las reuniones también se analizaron los programas globales de vacunación contra otras enfermedades, caso de la malaria. Una de las primeras vacunas diseñadas contra ella, la RTS,S, está siendo probada en Ghana, Malaui y Kenia desde 2019. La vacuna ha mostrado una sustancial reducción en casos graves de la enfermedad entre niños. SAGE destacó que otros 28 países han mostrado su interés en introducir este programa.