El Gobierno de Venezuela expresó su rechazo al fallo del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que desestimó el recurso presentado por el país suramericano contra las sanciones impuestas por el bloque comunitario en 2017.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo venezolano calificó la decisión judicial como “un adefesio jurídico, contrario al derecho internacional y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.
Según el Gobierno de Nicolás Maduro, el fallo del TGUE “pretende reconocer a la Unión Europea la insólita facultad de intervenir en asuntos internos y adoptar medidas coercitivas unilaterales que afectan gravemente el bienestar del pueblo venezolano”.
Asimismo, acusó al bloque europeo de “someterse a los dictados del gobierno supremacista de Estados Unidos” y de “apoyar los planes golpistas y desestabilizadores” contra Venezuela.
El Gobierno venezolano anunció que se reservará todas las acciones jurídicas, diplomáticas y políticas para defender su soberanía y rechazar el fallo del TGUE. Además, reiteró su disposición al diálogo y la cooperación con la Unión Europea, siempre que se respete el derecho internacional y la no injerencia en los asuntos internos.
Las sanciones de la Unión Europea contra Venezuela se iniciaron en noviembre de 2017, cuando el Consejo Europeo aprobó un régimen restrictivo que incluye un embargo de armas y equipos que puedan utilizarse para la represión interna. Desde entonces, el bloque ha ampliado las medidas punitivas contra funcionarios y entidades vinculadas al Gobierno de Maduro, a quienes acusa de socavar la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en el país. Actualmente, hay 55 personas sancionadas por la Unión Europea, incluyendo al propio Maduro.
