Julio L. Brillembourg W.
Cuando el mundo comenzaba a recuperarse de la epidemia COVID surge la invasión militar rusa a Ucrania, en Marzo 2022, exactamente sincronizada con el fin de los juegos olímpicos de Beijín, injustificada en sus causas y en sus diversos crímenes de guerra. Surge apoyada “pasivamente” por China quien asume una “posición neutral” – cuando no se puede ser neutral si hay un agresor claro-. Esa invasión ha desatado y está desatando una serie de efectos no solo previsibles sino fríamente calculados para forzar un cese al fuego y una negociación en términos de Putin y con beneficios para China. Esos efectos son:
1. Guerra energética y de precios de la energía.
2. Inflación Global
3. Hambre Global
4. Reapertura de la economía del carbón lo que potencia la crisis climática y ecológica global.
5. Derrumbe de los mercados financieros occidentales, desaceleramiento económico y posible recesión.
6. Crisis sociales y políticas globales.
7. Incremento creciente de presupuestos policiales y militares. Incremento de los delitos contra la propiedad, la violencia y el terrorismo.
8. Reducción de las garantías constitucionales, sistemas de libertades y estados de derecho. Surgimiento de dictaduras y neo-dictaduras disfrazadas de democracia.
9. Más países entran a la NATO y crece el riesgo de confrontación nuclear.
Estamos aguantando, pero el mundo pierde coherencia rápidamente. A partir de cierto punto de no retorno las cosas se pueden salir fuera de control. Luego se echaran la culpa unos a otros.
Urge un acuerdo global USA/CHINA económico, geopolítico, y militar.