Los agricultores venezolanos enfrentan graves dificultades para transportar y conservar sus productos, debido a la escasez de combustible y la deficiencia de sistemas de refrigeración que afectan al sector agrícola.
Según la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), los agricultores son muy pequeños y muchas veces no pueden vender ni cargar su producción por falta de gasolina o diésel, que se revende a un precio de entre dos y tres dólares el litro.
Además, en Venezuela hay una alta deficiencia en la cadena de frío para poder mantener las hortalizas y frutas conservadas por mayor tiempo, lo que deriva en pérdidas insostenibles.
Estas condiciones llevaron a dos agricultores a arrojar al río sus cosechas de tomates y zanahorias, en señal de protesta por la situación que viven.
El hecho generó críticas y reclamos de libertad para los productores, identificados como Jhonar Barazarte e Ysnet Rodríguez, quienes fueron detenidos y luego liberados por violar la Ley de Precios Justos, que sanciona con hasta 15 años de prisión a quienes impidan la producción o distribución de bienes.
Fedeagro denunció que los agricultores solo quisieron mostrar una problemática que afecta al sector agrícola, que sufre las consecuencias del bloqueo económico y las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Asimismo, señaló que el dejar cosechas en el campo o tirarlas, porque no cubren los costos de producción o por un tema de oferta y demanda, no es algo punible y es una práctica común en otros países.