Los vendedores informales organizados en el centro de Barinas, se presentaron el pasado lunes a la sede de la alcaldía, para sostener un encuentro con el jefe municipal, Rafael Paredes, y exigirle el permiso para volver a armar sus tarantines para regresar a sus jornadas laborales.
Desde el 2 de enero hubo en la calle vendedores de perros calientes y hamburguesas, pero los que se dedican a la venta de ropa no estaban. Al parecer, un reordenamiento del centro de Barinas impedía que ocuparan los lugares donde realizaron la exposición y venta de mercancía hasta diciembre.
Edgar Bolívar, vocero de los vendedores, rechazó que el alcalde Rafael Paredes no haya asistido a la reunión pautada, y comentó que ya es costumbre para el funcionario municipal «faltar», lo que molestó a los miembros de este sector organizado porque siguen a la espera y sin respuestas.
Bolívar aseguró que como asociación establecida, constituida por 1.200 vendedores y con responsabilidad tributaria, el alcalde de Barinas debió atenderlos porque ellos también llevaban unas propuestas para el plan de reordenamiento del casco central, tal y como se lo habían comentado con anticipación.