Fuentes cercanas a PDVSA informaron a Reuters que la refinería Cardón, ubicada en el estado Falcón, ha reactivado una unidad de craqueo catalítico que es esencial para la producción de gasolina en Venezuela.
La unidad, conocida como FCC por sus siglas en inglés, había estado paralizada desde finales de julio por un pequeño incendio y por la falta de gasoil de vacío (VGO), un insumo necesario para su funcionamiento.
La refinería Cardón forma parte del complejo de Refinación Paraguaná, junto con la refinería Amuay, que también tiene una unidad FCC fuera de servicio por el mismo motivo. Ambas refinerías son las más grandes del país y tienen una capacidad conjunta de 955.000 barriles por día (bpd).
Según las fuentes, la unidad FCC de Cardón estaba procesando unos 55.000 bpd el domingo, cerca del 60% de su capacidad. Además, la refinería tenía dos unidades de destilación de crudo en servicio, que estaban procesando unos 100.000 bpd.
Estas cifras son insuficientes para satisfacer la demanda interna de gasolina, que se estima en unos 250.000 bpd. Por eso, Venezuela sigue sufriendo escasez de combustible, que se traduce en largas colas en las estaciones de servicio de algunas regiones.
Las fuentes indicaron que las otras refinerías del país también están operando por debajo de su capacidad, debido a diversos factores como el retraso en el mantenimiento, la falta de capital para reparaciones, las fallas eléctricas y la escasez de materia prima.
La refinería Amuay estaba procesando unos 135.000 bpd de crudo, la refinería Puerto La Cruz unos 85.000 bpd y la refinería El Palito unos 42.000 bpd con su unidad FCC en servicio.
