jueves 28, marzo 2024

Doctor Rafael Arreaza: El sistema público de salud en Venezuela se encuentra en colapso absoluto #4Jun

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El pasado jueves en horas de la noche, Nicolás Maduro, realizó una transmisión a través del canal del Estado Venezolana de Televisión, donde anunciaba la recuperación de la emergencia del Hospital Universitario de Caracas, la cual recibe a miles de personas que no tienen los recursos económicos suficientes para poder asistir a los establecimientos privados. 

Sin embargo, la Federación Médica Venezolana ha denunciado en múltiples oportunidades que los hospitales y ambulatorios en Venezuela forman parte de la Crisis Humanitaria Compleja que atraviesa nuestro país, por la falta de recursos tanto humanos como económicos.  

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Ante esta realidad y para conocer más de cerca la actual situación del sistema público de salud en Venezuela, Termómetro Nacional, conversó en exclusiva con el médico pediatra, oftalmólogo y expresidente del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) , Dr. Rafael Arreaza, quien explicó todo lo que deben padecer los ciudadanos para poder atender su salud en los centros asistenciales adscritos  al gobierno nacional. 

¿Cómo es el estado actual del sistema de salud venezolano?

RA: El sistema de salud público en Venezuela se encuentra en una situación de colapso absoluto. Un colapso del 80 % de las capacidades instaladas, lo que significa, que cuando mucho los hospitales que se mantienen a puertas abiertas, funcionan a un 20 % de su capacidad. Esto se debe básicamente a que cuando Maduro arribó al poder, se eliminó el presupuesto de salud que atendía en forma recurrente las mínimas necesidades de consumo, mantenimiento,   renovación tecnológica y de compra de material médico-quirúrgico en los hospitales. 

El sistema de salud hoy en día funciona a expensas de créditos adicionales, que no responden efectivamente a las necesidades reales de atención de la población en materia de salud, sino más bien van dirigidos a cubrir negocios específicos que son lucrativos, sin tomar en cuenta las demandas insatisfechas propiamente de medicinas, material médico-quirúrgico, equipamiento médico, los salarios adecuados profesionales y eso ha traído como consecuencia la quiebra del sistema de salud por pésimo manejo. 

Otro factor que también se le puede atribuir a la llegada de Maduro al poder, es la no publicación del boletín epidemiológico semanal que monitoriza 74 enfermedades de denuncia obligatoria y que  se constituía en el principal mecanismo de defensa para la población al estar enterado de cuáles eran las enfermedades, endémicas, que se estaban presentando en las diferentes regiones del país. Con esto quiero decir que quedó a la intemperie la capacidad de defensa de los venezolanos quedando expuestos a todo tipo de enfermedades sin tener ninguna posibilidad de prevención. Aquí la salud se extinguió por la falta de presupuesto y por la vía de la ausencia de prevención. 

Usted fue presidente del Seguro Social, ¿cómo se encuentran actualmente los centros asistenciales adscritos a este organismo y la institución en general?    

RA: El Seguro Social está en las mismas condiciones del sistema de salud e incluso hasta peor, porque es un derivado del salario, es un mecanismo previsional el cual pagan los trabajadores y los patronos para sustentar la viabilidad de un sistema de salud, una cotización a pensiones, paro forzoso y otras. Resulta ser que durante mi gestión formamos la Ley del Seguro Social, porque era un organismo que tenía 50 años de obsolescencia y hay que tomar en cuenta que el mejor sistema de seguridad social, es aquel que más o menos evoluciona con la misma velocidad con la que suceden los cambios en el tiempo y las necesidades de la gente, cosa que no había sucedido en Venezuela. Durante el período que me tocó dirigir al Seguro Social, logramos la reforma con acompañamiento del Banco Interamericano y el Banco Mundial, se produjo la aprobación legislativa y la Ley quedó vigente; después llegó Chávez, la descartó porque no la entendió, no le gustó y a partir de ese momento se crea la ficción de que el Seguro Social es un ente público y no es así porque la figura del Seguro Social es de autofinanciamiento a través de la masa de trabajadores cotizantes y cuando había un faltante eso lo completaba el ejecutivo nacional. 

Chávez creyó que con el dinero del petróleo iba a convertir el seguro social en un organismo totalmente público y simplemente logró quebrar al Seguro Social y en estos momentos esa institución se encuentra en quiebra técnica, no tiene viabilidad actuarial para funcionar y esto es debido al gran cierre de empresas. No podemos olvidar que cuando llegó Chávez al poder había más 12 mil empresas funcionando con trabajadores activos que cotizan en el seguro social, en este momento no llegan a 2 mil esas empresas. Se perdió el volumen de trabajadores necesarios para mantener un sistema de seguridad social por un lado y por el otro, aun cuando los hubiera, lo que ganan no es suficiente para aportar al sostenimiento de un sistema de seguridad social. 

Si tomamos en cuenta el salario mínimo que está por debajo de los 5 dólares, una cotización sobre la base de ese salario, bien podría el trabajador venezolano cotizar a lo largo del año un total de 20 dólares y ese sería el presupuesto para su salud. En esas condiciones está el Seguro Social.

El Seguro Social está 100 % técnicamente quebrado y sin posibilidad alguna de repunte hasta tanto no haya 10 o 12 millones de trabajadores activos cotizando sobre la base de un salario real mínimo que cumpla con el artículo 91 de la Constitución que cubra la canasta básica. Hasta que no lleguemos a eso no volveremos a tener una seguridad social en Venezuela

¿Cómo la migración de médicos ha afectado al sistema nacional de salud?  

RA: Lo ha afectado de una forma terrible porque de acuerdo a la Federación Médica la diáspora de profesionales de la medicina está por el orden de los 30 mil médicos que se han ido del país y eso es un capital humano que no se recupera más nunca. También hay miles de profesionales de la enfermería que se han ido, unos miles de técnicos en salud y eso nos va a crear una brecha muy difícil de superar a no ser que sea un periodo en los que no estén estos elementos socialistas destruyendo el país y tendremos que echarle mano a la tecnología para poder paliar la brecha.

El gobierno pregona de alianzas en materia de salud con Cuba, China, Rusia e Irán, ¿Conoce usted cómo son estas alianzas?, esto ha tenido algún impacto dentro del sistema de salud venezolano?

RA: Esas alianzas en primer lugar con Cuba, lo que trajeron fueron adoctrinadores comunistas que llegaron a Venezuela como supuestos médicos y eran entrenadores deportivos, militares, inteligencia, contrainteligencia, gente que venía con otros fines, porque si uno saca la cuenta de la cantidad de médicos que supuestamente mandó Cuba a Venezuela, Brasil, Centro América y otros países del mundo, resulta que ese país debería de tener unas 100 mil universidades con escuela de medicina para poder graduar a tantos médicos y eso en la realidad es imposible. 

Esa alianza con Cuba ha sido el robo más grande que se ha producido contra Venezuela, porque eso se paga con Petróleo y mientras los venezolanos no tenemos cómo llenar un tanque de gasolina, hace pocos días le mandaron un buque de gasolina y diésel gratis a Cuba. Aquí no existe ningún intercambio, porque les puedo comentar que hasta la fecha no he conocido al primer médico cubano en Venezuela. En una oportunidad me encontré con uno de estos personajes que me dijo que era médico y cuando comencé a interrogarlo en lenguaje técnico médico, me di cuenta que este señor estaba perdido y que no era médico. Eso ha sido una de las cosas más nefastas que ha ocurrido en esa diabólica relación entre Cuba y Venezuela. 

Con China lo que ha habido es una compra masiva de equipos chatarra, como se pueden ver en el hospital J.M De Los Ríos en Caracas, donde hay salas llenas de equipos baratos, de mala calidad nuevos pero que están fundidos, porque apenas los enchufan se queman. Compran piñatería de equipos médicos a precios de los equipos de marca y con eso gran hecho grandes fortunas las mafias de la medicina en Venezuela. 

En el Seguro Social por ejemplo en vez de realizar inversiones para las diálisis de venezolanos, simplemente gasta millones de dólares en medicamentos que solo atienden al 1% de la población, pero dan comisiones de 100 y 200%.   

Con Irán no hay un intercambio de salud significativo pero sí les puedo comentar que hay una alianza para traer medicinas las cuales son de muy mala cantidad. Este gobierno ha llegado a comprar medicamentos en cuyos países no tienen certificado sanitario, o sea que está prohibida la venta en donde los producen y eso lo han comprado y se lo han dado a los venezolanos. Asimismo los medicamentos que venden en las farmacias populares, no están bien formulados, porque uno ve en los pacientes que compran estas medicinas porque no tienen para comprar unas de mejor calidad, que la evolución de la enfermedad se mantiene como si no estuviese tomando algún medicamento. Yo pongo en tela de juicio la calidad de esos medicamentos, porque como todo lo que hace este gobierno es corrupto, a ellos poco les importa que esas medicinas sirvan para sanar la salud del pueblo venezolano. 

¿Tiene alguna información sobre el programa barrio adentro, se mantiene en la actualidad?

RA: El programa existe, se mantiene pero está en la misma condición en que se encuentra la red hospitalaria. Más del 80% de los ambulatorios están cerrados y los que funcionan están al 20% de su capacidad. El gobierno sigue haciendo propaganda, una de las más recientes, la del ambulatorio Salvador Allende en Las Mercedes en Caracas, dicen que brinda todo tipo de servicios, imágenes, consultas, oftalmología, pediatría, pero cuando los pacientes van hasta el sitio deben llegar a las 4 de la mañana porque dan muy pocos números y los pacientes ven que los equipos están malos, es decir, el ambulatorio no funciona y esto básicamente se debe a que no tienen presupuesto, tampoco  tienen gerencia, no tienen noción y mucho menos capacidad para atender a los venezolanos, esto trae como consecuencia la tragedia que estamos viviendo. 

Recientemente la OMS advirtió que el mundo debe estar preparado para nuevas pandemias, incluso más complicadas que la del COVID-19, ¿Venezuela está preparada para afrontar una nueva pandemia?  

RA: Para nada. Venezuela no está preparada ni en salud, ni económicamente, ni de ninguna forma. Venezuela se maneja bajo una forma de nomenclatura propagandística al mejor estilo comunista cubano y todo es propaganda y escucharemos al gobierno decir que estamos preparados para todo, pero en la práctica eso es mentira, porque si no estamos preparados para lo cotidiano, para lo que sucede día a día, para las enfermedades comunes, para vacunar a los niños, para atender a los niños en un pediátrico, cómo vamos a estar preparados para una pandemia. 

¿Los venezolanos seguimos expuestos a enfermedades como la tuberculosis, malaria, difteria, entre otras?  

RA: Tenemos un récord mundial en malaria. Actualmente somos el país con más malaria en todo el planeta tierra. El repunte de tuberculosis como nunca antes en la historia se había visto, pasamos a tener los índices de tuberculosis más o menos del año 1700, todas las cárceles están contagiadas con esta enfermedad, se ha detectado también el metro de Caracas, en las calles del centro, en los mercados, en fin la situación no se puede medir, la magnitud desastrosa que estamos viviendo en Venezuela. 

¿Qué haría falta para recuperar el sistema nacional de salud? 

RA: Lo primero que debe pasar es que quien esté al frente de la salud sea un profesional, formado con conocimientos, con compromiso y con el propósito firme de establecer una planificación estratégica que permita tener una visión de cómo vamos a corregir este desastre

Se deben establecer los objetivos estratégicos que son cada una las tareas que hay que realizar para poder lograr la recuperación del sistema y por supuesto tener una gerencia estratégica que permita maximizar el uso de recursos en función del abastecimiento, de la proveeduría de todos los entes prestadores de salud. 

También debemos tener una buena contraloría, una buena matriz de evaluación, seguimiento y control que permita llevar la cuenta del juego, porque si no se lleva esta cuenta, es un ejercicio más de corrupción.  

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