La economía venezolana atraviesa un frenazo desde noviembre de 2022, debido a varios factores que afectan al sector microempresarial y a la moneda nacional.
Así lo afirmó el economista Leonardo Soto, quien señaló que el encaje legal superior al 90 % ha generado una sequía financiera importante, y que la voracidad fiscal ha impulsado a muchas empresas formales a pasar a la informalidad.
Soto también indicó que el bolívar no sirve como reserva de valor ni como método de cambio o referencia de precios, y que la política monetaria ha sido improvisada y circunstancial.
Ante este panorama, el experto sugirió que Venezuela podría recurrir al BM y al FMI como posibles aliados para obtener un paquete de salvamento económico de US$50.000 millones.
Por otro lado, Soto comentó que la economía nacional no está dolarizada formalmente, sino que hay una pseudo-dolarización promovida por el Gobierno como válvula de escape, y que la desdolarización implica reducir las operaciones internas y externas con la divisa estadounidense.