La vida de los pacientes hospitalizados en Venezuela está en riesgo por los constantes apagones que afectan al país, según denunció la organización Provea.
La ONG publicó en la red social X un video donde muestra el deterioro del sistema eléctrico nacional y las plantas termoeléctricas, que han sido «canibalizadas» por Corpoelec, la empresa estatal encargada del sector.
Provea afirmó que el gobierno ha despilfarrado 40.000 millones de dólares en la industria eléctrica, que ha sido desprofesionalizada y militarizada, y que no ofrece soluciones a la crisis de servicios básicos que afecta la calidad de vida de los venezolanos.
La denuncia se produce luego de que el miércoles se registraran fuertes fluctuaciones eléctricas en varias zonas del país. Provea exigió al Estado venezolano que tome medidas urgentes para recuperar la infraestructura eléctrica, que «se apaga por la indolencia».
Los cortes de luz tienen consecuencias fatales para los pacientes de los hospitales públicos, donde fallan los equipos médicos y los ascensores. Según un estudio de Médicos por la Salud, en 2022 se produjeron 261 muertes atribuibles a los apagones en los centros de salud.
El médico infectólogo Julio Castro, quien participó en el estudio, dijo que «tiene que haber una política de inversión en infraestructura para garantizar que los hospitales tengan electricidad y agua 365 (días), 24 (horas por día), 7 (días a la semana)».