El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este martes que su país es el único en el mundo que dedica más de tres cuartas partes de su presupuesto nacional a la inversión social, una política que busca financiar programas de asistencia a las poblaciones más vulnerables.
Según Maduro, el 77 % del presupuesto para 2023, que fue aprobado por el Parlamento el pasado 14 de diciembre, se destinará a la inversión social, con especial atención a las madres y las familias, que contribuyen al desarrollo de los menores.
El presupuesto para 2023 asciende a 11.565 millones de dólares (unos 10.641 millones de euros), un 14 % menos que el de 2022, debido a las sanciones económicas internacionales contra el Gobierno venezolano.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, indicó que el país ha ido recuperando sus ingresos en divisas, al pasar de 743 millones de dólares en 2020 a cerca de 4.000 millones este año, si bien ese monto equivale al 10% de lo que percibían antes del bloqueo, en 2012.
La inversión social es una estrategia impulsada por la llamada revolución bolivariana desde hace más de una década, que se basa en el aumento del gasto público en programas sociales y subsidios para alimentos y energía.
