En el marco del tercer debate republicano, que se realizó este miércoles en Miami, dos de los aspirantes a la nominación presidencial de ese partido, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la ex embajadora de EEUU ante la ONU Nikki Haley, expresaron su rechazo al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y su intención de adoptar medidas más duras para presionar por un cambio político en ese país.
DeSantis, quien lidera las encuestas entre los republicanos, calificó al régimen venezolano como “una dictadura corrupta y dictatorial” y criticó la política energética del presidente Joe Biden, quien ha suspendido algunas licencias de perforación de petróleo y gas en tierras y aguas federales. Según DeSantis, esta medida beneficia a países como Venezuela, Rusia, Irán y China, que son productores y exportadores de hidrocarburos.
“Voy a revertir las regulaciones que ha impuesto Biden, voy a botar esto a la basura donde debe de estar. Vamos a bajar el precio del combustible, creando empleos, reduciendo el costo de la energía, pero también vamos a hacer más independientes energéticamente“, afirmó DeSantis.
“Y nunca debemos depender de Venezuela, para obtener petróleo, como lo ha hecho Biden. Así que yo voy a apretarle los tornillos al régimen de Venezuela, y nunca debemos estar de la mano implorando por petróleo de ellos”, agregó.
Por su parte, Haley, quien fue la representante de EEUU ante la ONU durante el gobierno de Donald Trump, recordó su visita a la frontera entre Venezuela y Colombia en 2018, donde pudo constatar la situación de los migrantes venezolanos que huían de la crisis económica y social de su país.
“Yo vi tantos venezolanos por horas con su bebé para poder tener esa comida entre Venezuela y Colombia, estaban suplicando la libertad“, dijo Haley.
La ex diplomática aseguró que, de llegar a la Casa Blanca, haría “todo lo posible” para sancionar a Maduro y a sus colaboradores, y que no compraría petróleo de Venezuela, que es el principal producto de exportación de ese país y la fuente de ingresos del régimen.
Además, Haley se mostró a favor de otorgar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a los venezolanos que se encuentran en EEUU, una medida que les permite trabajar y residir legalmente en el país mientras se resuelve la situación en su nación de origen.
“Ellos necesitan que hagamos todo lo que podamos para sancionar a Maduro. No tenemos que comprarle el petróleo y tenemos que darle a los venezolanos TPS”, señaló.
Con estas declaraciones, los candidatos republicanos buscan captar el voto de la comunidad venezolana en EEUU, que se estima en más de 500.000 personas, la mayoría radicadas en el estado de Florida. Este grupo ha mostrado una fuerte oposición al gobierno de Maduro y una preferencia por el partido republicano, que ha adoptado una postura más dura contra el régimen chavista.