Las exportaciones de petróleo de Venezuela se mantuvieron por encima de los 700.000 barriles diarios (bpd) en abril, después de que una investigación anticorrupción afectara las ventas a principios de año. La auditoría se centró en la falta de pagos de cargamentos de petróleo a PDVSA y provocó la detención de más de 60 personas.
Según datos de transporte obtenidos por Reuters, en abril se despacharon 43 cargamentos desde puertos venezolanos con un promedio de 703.167 bpd de crudo y combustible y 609.000 toneladas métricas de petroquímicos y subproductos. Las exportaciones fueron un 9% inferiores a las de marzo, pero el segundo promedio mensual más alto desde septiembre.
La auditoría también llevó a PDVSA a revisar los contratos de suministro y las cuentas por cobrar, y a firmar nuevos acuerdos con condiciones de pago más estrictas. Esto permitió a la compañía petrolera dar el visto bueno a un número creciente de clientes y reanudar las entregas.
Las ventas externas de derivados del petróleo y productos petroquímicos se recuperaron con fuerza respecto a los meses anteriores, alcanzando la segunda cifra más alta registrada tras las 727.000 toneladas de enero.
Sin embargo, los ingresos petroleros podrían caer este año debido a la baja de los precios internacionales del crudo. En enero-abril, los precios han descendido $16 por barril, en comparación al mismo periodo del 2022.
El economista Alejandro Grisanti, socio-director de Ecoanalítica, pronosticó que el estado recibirá $4 MMM menos en el 2023 si estas tendencias se mantienen.
“En enero-abril los precios petroleros han descendido $16 por barril, en comparación al mismo periodo del 2022. Desde diciembre del 2021, la producción petrolera se ha mantenido estable en 700 kb/d. Si estas tendencias se mantienen, el estado recibirá $4 MMM menos en el 2023”, informó en su red social de Twitter.
