La producción de gasolina en Venezuela se encuentra en niveles críticos, según han denunciado expertos y sindicalistas del sector petrolero. De acuerdo con sus estimaciones, el país suramericano apenas produce entre 70.000 y 95.000 barriles diarios de gasolina, muy por debajo de la demanda nacional que ronda los 240.000 barriles diarios.
Además, de esa escasa producción, unos 10.000 barriles diarios se destinan a la exportación a Cuba, uno de los principales aliados políticos del gobierno de Nicolás Maduro. Esto ha generado descontento entre los venezolanos, que sufren largas colas y escasez para surtir sus vehículos de combustible.
La crisis de las refinerías venezolanas se debe a varios factores, entre ellos el deterioro por falta de mantenimiento, la corrupción, el subsidio a la gasolina, los regalos al exterior y el incendio de 2012 en la refinería de Amuay. Ante esta situación, Venezuela ha tenido que recurrir a las importaciones de gasolina desde Irán, que también ha enviado repuestos y unidades para intentar reactivar las plantas refinadoras.
Sin embargo, los envíos desde Irán han sido insuficientes para cubrir la demanda interna y externa de Venezuela, que además está bajo sanciones de Estados Unidos que limitan su comercio petrolero. Por otro lado, Venezuela también ha incrementado los envíos de alimentos a Cuba desde noviembre de 2021, en medio de la crisis económica y social que atraviesa la isla.